GABRIEL MARCEL

Gabriel Marcel (París, 07 de diciembre de 1889 - París, 08 de octubre de 1973) fue un dramaturgo y filósofo francés. Sostenía que los individuos tan sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en que se ven implicados y comprometidos. Esta afirmación constituye el eje de su pensamiento, calificado como existencialismo cristiano o personalismo.

Infancia y adolescencia

Marcel perdió a su madre a los cuatro años de edad, lo que le dejó un profundo sentimiento de pérdida. Fue educado en un ambiente de cariño, aunque sofocante, por su abuela y tía, convirtiéndose esta última en su madrastra:

Iba yo a cumplir cuatro años cuando la perdí. Independientemente de las pocas imágenes precisas que he podido conservar de ella, siempre la he tenido presente; de una manera misteriosa, ha estado siempre conmigo. Sin embargo, mi tía, quizás tan dotada, pero muy diferente, debía inevitablemente eclipsarla de hecho [...] extraordinariamente firme, dominante y que se creía obligada a proyectar la luz hasta los más pequeños rincones de mi existencia

Existencialisme chrétien1

No tenía amigos de juego aunque se inventaba compañeros imaginarios.2 Ambas educadoras eran judías aunque de religión protestante liberal en cuanto al dogma y muy exigentes en materia moral.

Junto a los insolubilia Gabriel Marcel planteó la cuestión de la copresencia o intersubjetividad, para esto G. Marcel criticó al cogito cartesiano. Para G. Marcel , Descartes encierra al ego (en francés Moi es decir en castellano traducible ya no como deíctico sino como un pronombre-adjetivo "mí") en "su concha": El "Yo Pienso" de descartes es un molde que no puede deshacerse por sí mismo. El yo cartesiano en su individualidad se bloquea en sí mismo sin haber alcanzado ninguna transcendencia: es imposible el diálogo desde el ego cartesiano, es imposible el discurso sin la copresencia, desde ese ego el otro no puede dialogar ya que el otro no es aceptado como un Tú (otro Yo) y esto hace incompleto a todo Yo (hablando del Yo pronominal expresado en francés con la palabra moi, no con el subalterno "yo" deíctico llamado en francés je).